Una pequeña catástrofe
–No hemos localizado la señal, almirante.
–Siga intentándolo, capitana Harrison. –Bolton había implicado a toda la flota en la localización de la Hagger. Deambulaba por su puente de mando, intercambiando información con el resto de capitanes –Envíen sondas de fase a los cuadrantes meridionales. Que la J. Morgan cubra los septentrionales de la holoesfera. Barridos cortos en progresión geométrica cada media fracción de ciclo.
–El Nir insiste en hablar con usted. Están usando todos los medios a su alcance.
–Esta gente no sabe cuando está molestando–Habló señalando al reportero, inmovilizado e incomunicado por un campo de estasis.
–Recibido un mensaje por escrito, saben dónde está la Hagger.
–Impresionante, conécteme con la capitana Nueve. –Bolton ocupó el centro de la plataforma de mando y esperó a que la imagen holográfica apareciera frente a él.
–Almirante, hemos localizado al carguero monstruoso. Se encuentra a treinta pársecs de distancia. Habían camuflado sus señales detrás de un púlsar de neutrones.
–Envíenos las coordenadas, capitana Nueve.
–No.
–¿Está oponiéndose a mí?
–Quiero dejar las cosas claras. Hemos venido a realizar nuestro trabajo. Comprometí nuestra nave para colaborar con ustedes. Otra muestra de desconfianza y haremos que se arrepientan de verdad.
–Le ruego que lo comprenda. No podía permitir que una nave ajena a la flota estuviera compartiendo nuestros códigos. ¿Cómo han localizado a la Gladiador?
–Mediante nuestro reportero, ha estado retransmitiendo hasta hace una hora. El tiempo que llevo intentando contactar con usted.
–¿Qué debo hacer para que me entregue las coordenadas, capitana?
–Confiar en mí. Encárgueme la exploración del área. Tengo el equipo óptimo para la exploración, mucho mejor que cualquiera de las naves en esta flota.
–Concedido. Inicie la operación de sondeo. En cuanto tengamos los datos necesarios, organizaré la operación de rescate.
El crucero estelar Nir desapareció de su posición. Su ausencia duró tres fracciones de ciclo. Cuando recuperó su lugar en la flota, lo hizo con nuevos datos. Bolton consultó la información con impaciencia. El paisaje era desalentador. La nave cíclope había arrastrado a la Hagger hacia un sistema púlsar. Las corrientes electromagnéticas y gravitatorias azotaban los siete planetas yermos. Se encontraban al abrigo de los cinco satélites del planeta exterior. Aquello suponía un refugio efectivo contra las variaciones magnéticas. Según las imágenes, la Hagger seguía anclada a la nave cíclope. No había signos de actividad en su interior. Todo parecía en calma. Aquello alarmó más a Bolton.
–Debemos intervenir ya. Calibrad las naves para corrientes altas de magnetismo. Que todo el mundo a bordo tenga preparados sus nanotrajes para una posible emergencia, así como para el ataque. Asaltaremos la nave cíclope a la vez, Phoenix. Tendrás que asaltar la cara sur del navío. El Nir nos cubrirá en el momento del asalto.
–¿Qué pasará con los cargueros hostiles? –preguntó el capitán del J. Morgan –Todavía pueden jugárnosla desde retaguardia.
–Sus ordenadores han sido intervenidos. La Nir se ha ocupado de hackear los treinta cargueros. Dejó conectados solo los sistemas imprescindibles para la navegación. La tripulación no podrá sobrevivir mucho sin el sistema de soporte vital. En cualquier caso, los que queden vivos serán ejecutados. Le doy diez minutos para preparar su nave e iniciar el asalto. Cada segundo cuenta.
–El J. Morgan está preparado, almirante.
–A todos los capitanes, entren en fase a través de las coordenadas que les ha enviado la Nir. Les he enviado el plan que debemos seguir. Inicien tiempo de descuento.
La flota invadió el sistema Lassar, catalogado como peligroso. Los datos obtenidos fueron excepcionalmente buenos, situándose a veinte clics de distancia. En cuanto invadieron aquel espacio, las anomalías magnéticas sacudieron toda la flota.
–Almirante, debemos alcanzar la protección del planeta. No duraremos mucho en esta posición.
–Establezca dos microsaltos hacia la cubierta norte de la nave cíclope. Asaltamos con todo el potencial. Que los equipos de asalto ocupen los tubos de abordaje. –Bolton pulsó el antebrazo de su traje y lo transformó en armadura de combate. Su equipo de élite acudió en el acto, formando tras él. Tomaron una plataforma gravitatoria hasta el tubo de abordaje más cercano. La J. Morgan Siguió las instrucciones del almirante, se dirigió a la cara sur de la nave. La flota realizó el primer microsalto sincronizado. Al inicio del segundo microsalto, otra oleada gravitatoria golpeó a las naves. Uno de los cargueros en posición exterior fue arrastrado, chocando contra otro cercano. La colisión provocó una explosión enorme, otros cargueros se vieron alcanzados por la deflagración. Los daños fueron severos en Alacrán, Moev Dinah y Narako. Los cargueros Jubei y Nissu quedaron destruidos.
–¡Completad el microsalto ahora mismo! –Bolton hablaba desde la proyección holográfica en el puente de mando.
–La flota carece de la velocidad de recuperación que tenemos nosotros –respondió Harrison –. Dinah y Alacrán han sufrido descompresión en cadena. Moev y Narako han liberado los nanobots de reparación. ¿Qué hacemos con el escudo de energía?
–Mantenedlo apagado. Las oleadas electromagnéticas interferirán en el sistema. Pueden dificultar la operación. –El destructor se movió con violencia, por un momento la gravedad artificial quedó anulada. La tripulación flotó durante unos segundos para caer sobre las cubiertas al restablecerse la situación.
–Podemos realizar el siguiente microsalto, almirante.
–¡Hágalo! ¡Siga las instrucciones de su terminal al pie de la letra!
El Drakenstern desapareció de su posición para reaparecer a siete metros de la nave cíclope. La sombra del destructor se proyectó rápida sobre la enorme nave, el doble de grande. Phoenix había sincronizado el salto con el de la nave comandante y se situaba en la cubierta sur al mismo tiempo. La Hagger seguía pegada a la nave minera sin síntomas de actividad. Un escalofrío recorrió la espalda del capitán. Ambas naves lanzaron sus tubos de abordaje hacia la nave. La resistencia de la estructura no pudo parar a los equipos de asalto. Diez grupos por la cubierta norte y otros ocho por la cubierta sur someterían la nave en quince minutos. Las previsiones cambiaron cuando los nanobots devoraron las compuertas hacia el interior del navío. Cientos de androides dispararon hacia los invasores. La oposición fue feroz. Dejaron las cubiertas sin atmósfera, detonaron nanobots para levantar muros o carcomer el suelo. Las granadas antipersona volaban a cada objetivo, causando demasiadas bajas entre los hombres del Drakenstern. La tripulación de J. Morgan tuvo mejor resultado. Neutralizaron a los androides con granadas electromagnéticas. Las chicas se abrían paso con sigilo hasta alcanzar el puente de mando de la nave cíclope.
–Gracielle, repliégate con tu equipo. Te reunirás conmigo en el tercer tubo de abordaje. Quiero averiguar qué ha pasado en la jodida Hagger. Los demás equipos: mantened la zona hasta que llegue Bolton. No paséis al puente de mando, puede ser una trampa.
–¿Qué hacemos si las cosas se ponen demasiado feas? –preguntó Lucretia.
–Si os superan en número, replegaos hacia el J. Morgan. Lucretia, ahora estás al mando de la ofensiva. Pórtate como merece la situación.
La mujer asintió y dirigió a los siete equipos restantes por las cubiertas de artillería, de carga y de descanso. Phoenix abandonó el puente de mando de su crucero estelar, convirtiendo el traje de capitán en una armadura de combate. Tomó el fusil Dragonbreath cargado de energía y se encaminó hacia el tubo de abordaje más próximo a la nave que fue su hogar.
Bolton calcó la táctica de Phoenix y usó granadas electromagnéticas. En su caso, el resultado no fue óptimo. El efecto de los artefactos interfirió en su propia tecnología. Algunos trajes dejaron de funcionar. El mismo almirante sentía parpadeos en la pantalla del casco. Tuvo que fortificar su posición antes de poder avanzar. Para entonces, toda la nave estaba en alerta. Bolton envió a su segundo equipo en avance. Debían atravesar la esclusa que les llevaría al puente de mando. En aquel momento, sus fuerzas de retaguardia fueron atacadas por sorpresa. El equipo ocho se sumió en fuego pesado hasta su aniquilación. El equipo dos fue rechazado en la vanguardia, sobreviviendo la mitad de sus componentes. Los demás se encontraban en un cuello de botella del que era difícil salir. Bolton se vio atrapado entre dos frentes. Había caído en una emboscada. Aquella batalla la había perdido.
Gracielle hacía señas a su equipo para que se replegara por los pasadizos de la nave cíclope. Phoenix salió del tubo, impulsado por los propulsores de su armadura. La zona estaba desierta. Una oleada sacudió de nuevo a las naves, haciendo parpadear las luces.Avanzaron con sigilo, evitando la confrontación con las defensas de la nave minera gracias a Hilary. Iba desconectando las secciones por las que avanzaban con su terminal portátil de alta potencia. Alcanzaron el primer tubo de la Hagger. Phoenix, liderando la formación, tuvo acceso al interior. Gracielle se encontró con la negativa a la hora de traspasar la compuerta.
–La Hagger me reconoce. Sigo siendo tripulante, después de todo. –En su armadura se borró su emblema de capitán y surgió el distintivo de Primer Piloto. –Gracielle, haced guardia y manteneos ocultas. Dejaré que entréis en cuanto pueda.
–Recibido, capitán. Tomando posiciones.
Phoenix se adentró por los pasillos con naturalidad, apoyando su fusil en el hombro. Fue directo hacia el puente de mando. Durante el trayecto, echó en falta a sus antiguos compañeros. La nave estaba vacía. Las funciones estaban bajo el control de la inteligencia artificial. Pasó por la cubierta de artillería. Todo vacío. Nunca había visto aquella cubierta tan solitaria. Era una temeridad. Se conectó al sistema por el terminal más cercano.
–La seguridad de la Hagger está comprometida. Reclamo el mando del carguero pesado hasta que lleguemos a su legítimo dueño, Karen Kristen Morgan. Asumo la responsabilidad de capitán en funciones. –Dejó una muestra de su ADN en el dispositivo.
La inteligencia de la nave reconoció las claves de seguridad que Phoenix había introducido. El rango de su traje cambió otra vez, mostrando su nueva graduación. Autorizó el paso de su equipo por el primer tubo y esperó a que las chicas llegaran.
–Hay que acceder al puente de mando, lo haremos por aquella cubierta. Gracielle, la mitad de tu grupo que cubra la entrada. –La jefa de equipo desplegó a sus soldados donde el capitán le había señalado. –Hilary, haz un escáner del interior de la estancia. Te daré acceso al sistema.
La mujer tardó menos de dos minutos en realizar un barrido exhaustivo del puente de mando. Detectó una forma de vida en el interior. Se trataba de un humano. Estaba tumbado sobre el panel de control, inconsciente. Sus constantes vitales eran críticas. Phoenix se encaminó hacia la entrada. La compuerta se abrió en cuanto estuvo a dos pasos de ella.
–¡Josh! ¿Qué te ha pasado?
En cuanto tocó su hombro, dejó de convulsionarse. Su cuerpo inerte se incorporó como si Phoenix hubiera accionado un resorte. Se apartó unos pasos con el fusil preparado.
–Phoenix… ¿Qué haces aquí?
–He venido a ayudar. No se te ve bien. –Josh comenzó a hablar a gran velocidad.
–Intruso detectado en la Hagger, está armado y con un equipo de asalto. Neutralizar.
–Llegas tarde, genio. He asumido el mando.
Josh abrió los ojos hasta casi sacarlos de sus órbitas. Con un rápido movimiento, desenfundó su arma corta y disparó dos veces. Los impactos rebotaron sobre la armadura de combate. El capitán Phoenix golpeó con su fusil la mano que sostenía el arma. Salió proyectada hacia la salida. El siguiente impacto con la culata del arma dejó inconsciente a Josh. Otro nuevo golpe aseguró que no se levantara en un buen rato.
–Asegurad la nave, que nadie pueda entrar aquí hasta que aclaremos qué ha sucedido.
–Señor, tenemos noticias del J. Morgan. Nuestros equipos han desaparecido.
–No es posible, ¿dónde está Bolton? Que envíe uno de sus equipos a ver qué ha sucedido. –Gracielle quedó en silencio. No se atrevía a comunicar la información. –Vale, ya lo entiendo… Nos hemos quedado solos.